Estos símbolos, que han estado en uso desde el Renacimiento, denotan elementos de alquimia de la época medieval, en este caso los metales Hierro y Cobre, y los planetas Marte y Venus los cuales tomaron sus nombres de las deidades romanas.
La formas que representan estos símbolos son una lanza con un escudo y un espejo de mano.
Los usó por primera vez como símbolos de género el científico, botánico y naturalista Carl von Linné en 1751 para identificar el género de las plantas.