Miembro de la Casa de Habsburgo, Felipe III, hijo de Felipe II y de su cuarta esposa, Ana, ascendió al trono de España tras la muerte de su padre en 1598. Se casó con Margarita de Austria, con quien tuvo ocho hijos. Como gobernante del Imperio Español en su apogeo, logró una paz temporal con los Países Bajos (1609–1621) e introdujo a España en la Guerra de los Treinta Años (1618–1648) mediante una campaña inicialmente muy exitosa. El reinado de Felipe III sigue siendo un periodo crucial en la historia de España.
El real fue una unidad monetaria en España y sus colonias durante varios siglos. Cuando se descubrieron nuevos yacimientos de plata en los territorios coloniales, surgió una necesidad urgente de exportarla a España lo antes posible. Para ello, a partir del reinado de Felipe II, las casas de moneda comenzaron a producir piezas irregulares conocidas como "macuquinas". Una barra de plata se cortaba simplemente en trozos del peso adecuado. La intención al acuñar estas piezas toscas pero precisas era crear un producto fácilmente transportable hacia España. Allí, las macuquinas se fundían para elaborar joyas de plata, monedas, lingotes y otros objetos. Cada moneda tiene una forma única y representa una pieza irrepetible de la historia.